El presidente de Calpe Institute of Technology, D. Alfonso Corz, formó parte del panel de expertos que presentó el primer “Estudio sobre Contaminación Ambiental y Acústica en los hogares españoles”, elaborado por Deceuninck. Este estudio multidisciplinar trata sobre los efectos de la contaminación del aire y el ruido exterior en ambientes interiores de los hogares españoles.
La presentación se llevó a cabo en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, el pasado 22 de noviembre. El estudio analiza en especial el efecto en la salud de la contaminación ambiental y acústica, qué medidas se toman para mejorar la clidad de vida, y el impacto económico sanitario debido a la deficiente calidad de la habitabilidad en los edificios.
Giorgio Grillo, general manager de Deceuninck, abrió el acto y centró su exposición en que se estima que fallecen de forma prematura hasta 34.000 personas por problemas de salud vinculados a unas malas condiciones de habitabilidad, entre las que se encuentran la exposición a patógenos, confort térmico o contaminación acústica. Mejorar estas cifras presenta “un gran reto”, por lo que Grillo invita a “reflexionar” para “tomar acciones, empezar, dedicar atención a nuestras casas”.
La periodista Maria José García moderó el panel de expertos, formado por D. Luis Vega Catalán, Subdirector general de arquitectura y edificación de la Dirección general de arquitectura, vivienda y suelo del Ministerio de Fomento, D. José María Baldasano, catedrático de ingeniería ambiental de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), D. Paulino Pastor, presidente de la Federación de empresas de calidad ambiental de interiores (FEDECAI), D. Josep Muntayola, catedrático de arquitectura de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB) – (UPC), y D. Alfonso Corz, en calidad de presidente de la Asociación Española para la Calidad Acústica (AECOR).
Luis Vega incidió en la disparidad entre la existente sensibilidad en el problema y la falta de concienciación plena, el déficit entre lo que se reglamenta y lo que finalmente se ejecuta.
Paulino Pastor comentó que es importantísimo que los edificios sean una barrera, que proteja a los que viven en ellos. Controlando el ambiente interior, lo que está en nuestra mano, podemos tener un ambiente sano. “La salud y el confort no deben ser negociables”, resumió.
José María Baldasano realizó un repaso a la historia de las condiciones de habitabilidad, concluyendo que “han dejado mucho que desear”. La llegada de nuevos materiales han ayudado a crear cerramientos que mejoran la calidad del aire y ayudan a reducir el coste energético. Augura que por las consecuencias del cambio climático tendremos que afrontar situaciones más problemáticas.
Alfonso Corz, presidente de Calpe I.T. y de AECOR, enfocó sus comentarios a la contaminación acústica. Un patógeno invisible que daña el organismo a largo plazo, que requiere de medidas efectivas, cuyo coste puede ser muy reducidos si se tratan desde la fase de diseño. Otro problema añadido es que aunque existe una reglamentación al respecto, no se están exigiendo comprobaciones efectivas. Por ejemplo, la administración no siempre requiere los ensayos acústicos adecuados, y cuando lo hace, rara vez analiza la validez técnica de los mismos.
Josep Muntayola expresó cómo una exposición de más de 50 dB de ruido afecta al aprendizaje de los niños, y por tanto a su desarrollo y formación como persona. Valoró una “visión humanística de la arquitectura” como mecanismo para mejorar la calidad de vida, asñi como una adecuada información, concienciación e investigación de los efectos en la salud de la exposición a la contaminación.
El estudio incluye una encuesta a 1000 personas de 6 grandes ciudades españolas, y establece que la mejora en la calidad ambiental mejora la habitabilidad de las viviendas, lo que conduce a una serie de efectos positivos en la salud y el bienestar de la población en general, mejora la sostenibilidad del sistema público de salud, y fomenta la competitividad empresarial.
En el estudio han participado 13 expertos en campos como la arquitectura, la calidad ambiental o la sostenibilidad energética. Se contrasta la percepción del problema por parte de los ciudadanos encuestados con las opiniones y el conocimiento técnico de los expertos que han colaborado.
